Así lo definió la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992:
Los estudios científicos del IPCC han concluido que el cambio climático actual es de origen antropogénico, es decir, que está provocado principalmente por la actividad humana. El consumo de combustibles fósiles para la producción de energía (carbón, petróleo, gasolinas, diesel, gas natural y los combustibles derivados del petróleo), junto a la quema y pérdida de bosques, son dos de las principales causas de este problema.
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), cuya actividad es mandato directo de las Naciones Unidas, está formado por científicos de todo el mundo que investigan y establecen el consenso científico internacional en torno al fenómeno del cambio climático. Este panel reúne información científica, tecnológica y económicamente relevante para entender el riesgo del cambio climático, los impactos potenciales y las opciones de adaptación y mitigación.
Las consecuencias del cambio climático son muy diversas y de gran complejidad. En líneas generales, podemos decir que la comunidad científica internacional nos advierte que cada vez tendremos climas más extremos y fenómenos climáticos más intensos. En general, los veranos serán más cálidos y los patrones de las lluvias se modificarán, dando lugar a lluvias más intensas en algunas regiones y menos frecuentes en otras, con un incremento de las sequías en estas últimas. Otra temida consecuencia del cambio climático es que las capas de hielo permanente en las partes más frías del planeta, se vayan derritiendo progresivamente con el consiguiente incremento del nivel medio del mar, lo que provocaría la inundación permanentemente de amplias zonas costeras en todo el planeta.